sábado, 3 de abril de 2010

ARTICULO ORIGINAL ENTEROPARASITOSIS E ABORIGENES DE SALTA


(Buenos Aires) 2007; 67: 705-708
ISSN 0025-7680
INVESTIGACION DE PARASITOS INTESTINALES EN UNA COMUNIDAD ABORIGEN
DE LA PROVINCIA DE SALTA
CLAUDIA I. MENGHI1, FRANCO R. IUVARO2, MARIA A. DELLACASA2, CLAUDIA L. GATTA1
1Departamento de Bioquímica Clínica, Facultad de Farmacia y Bioquímica, Hospital de Clínicas, Universidad
de Buenos Aires; 2Programa Permanente de Extensión, Investigación y Desarrollo en Comunidades Aborígenes,
Secretaría de Extensión Universitaria, Sección Antropología Social, Instituto de Ciencias Antropológicas,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires
Resumen Se investigó la presencia de protozoarios y helmintos intestinales en una comunidad aborigen ubicada a 6 km de Tartagal, provincia de Salta, Argentina. La edad de los individuos estudiados estaba comprendida entre 1 y 49 años. Ciento doce muestras de materia fecal se recogieron en solución acética formolada (SAF). Cada muestra se recolectó en tres días, en forma alternada. Todas las muestras se procesaron por el método de concentración bifásico de Ritchie y la técnica de flotación de Faust. Para la investigación de Enterobius vermicularis, se recolectaron 68 muestras seriadas de 6 días en formol al 5% por escobillado anal.
Para la búsqueda de Dientamoeba fragilis se utilizó la coloración tricrómica modificada de Gomori-Wheatley. Ciento seis individuos (94.6%) fueron positivos para parásitos entéricos. Cuarenta y cuatro sujetos (41.5%) estabanpoliparasitados, con más de cuatro especies. Los parásitos más frecuentes entre los protozoarios fueron Blastocystishominis (58.9%), Entamoeba coli (51.8%), Giardia lamblia (27.7%) y Entamoeba histolytica/E. dispar (24.1%). Entre los helmintos, los hallados con mayor frecuencia fueron uncinarias (58.0%), Hymenolepis nana (31.2%) y Strongyloides stercoralis (24.1%). Por primera vez se informa Entamoeba histolytica/E. dispar (24.1%) y Dientamoeba fragilis (2.7%) en una comunidad aborigen de los alrededores de Tartagal. Este estudio revela el problema de salud pública que constituyen las parasitosis intestinales en la comunidad indígena estudiada, en la que coexisten
la falta de saneamiento y de abastecimiento de agua potable.
Palabras clave: parasitosis intestinales, comunidades indígenas, Salta, Argentina
Abstract Survey of intestinal parasites among an aboriginal community in Salta. The prevalence of intestinal
parasitoses by protozoans and helminths was determined in an aboriginal community located 6
km from Tartagal, province of Salta, Argentina. The age of the inhabitants studied ranged from 1 to 49 years old. A
total of 112 stool samples were collected in sodium acetate-acetic acid- formalin solution (SAF). Each sample was obtained in three different days, alternatively. Ritchie biphasic concentration method and Faust flotation technique were applied. For survey of Enterobius vermicularis, 68 samples were collected during six consecutive days using anal swabs. For the diagnosis of Dientamoeba fragilis, the modified trichrome Gomori-Wheatley staining technique
was used. One hundred and six (94.6%) subjects resulted positive for enteric parasites. Forty-four (41.5%) individuals were positive for four or more parasites. The parasites more frequently found were, among the protozoans Blastocystis hominis (58.9%), Entamoeba coli (51.8%), Giardia lamblia (27.7%) and Entamoeba histolytica/E. dispar (24.1%). Among the helminths, the most frequent were hookworms (58.0%), Hymenolepis nana (31.2%) and Strongyloides stercoralis (24.1%). This is the first time that Entamoeba histolytica/E. dispar (24.1%) and Dientamoeba fragilis (2.7%) havebeen registered in the suburbs of Tartagal. This s tudy reveals how intestinal parasitoses constitute a critical problem of public health in aboriginal communities like the one examined, where the lack of adequate sanitation conditions and unsuitable supply of water coexist.
Key words: intestinal parasitoses, aboriginal communities, Salta, Argentina
Recibido: 13-IV-2007 Aceptado: 26-VII-2007
Dirección postal: Dra. Claudia Irene Menghi, Teodoro García 2350,
1426 Buenos Aires, Argentina
Fax: (54-11) 5950-8694 e-mail:cmenghi@fibertel.com.ar
En los últimos 25 años, se realizaron estudios epidemiológicos de diversas comunidades indígenas de América con el fin de hacer un relevamiento de las enteroparasitosis que afectan a estas poblaciones1-10 Comprender la salud de los pueblos indígenas de América requiere reconocer la gran diversidad étnica y cultural, así como las complejas interacciones entre pueblos y culturas, identidad y salud. Las condiciones de vida, el ingreso per cápita, el empleo, la educación, el acceso
a servicios básicos, como el agua, saneamiento y salud, las condiciones de vivienda y la disponibilidad de alimentos son inferiores a los promedios nacionales9-11. Las fuentes
oficiales de la mayoría de los países de América La706
MEDICINA - Volumen 67 - Nº 6/2, 2007
tina tienen poca o ninguna información sobre la situación de salud y las condiciones de vida de los pueblos indígenas. La disposición inadecuada de excretas, falta de provisión de agua potable egura, la desnutrición, una exposición repetida a vectores, y la presencia de diversas zoonosis, entre otros factores, influyen en la aparición de parásitos intestinales en las distintas poblaciones aborígenes.
El objetivo de este estudio consistió en determinar la prevalencia de las parasitosis intestinales en una comunidad aborigen periférica de la ciudad de Tartagal, en la provincia de Salta, noroeste argentino.
Materiales y métodos
En este trabajo se estudió la comunidad Kilómetro 6, que cuenta con aproximadamente 1000 habitantes y está integrada por las etnias Wichí, Toba, Chorote y Guaraní. Dicha comunidad
está ubicada a 6 km del municipio de Tartagal, dentro del Departamento de San Martín, provincia de Salta. Este Departamento limita al norte con Bolivia, al este con el Departamento
Rivadavia, al sur con los Departamentos de Rivadavia y Orán, y al oeste con el Departamento de Orán y Bolivia.
La ruta 86 es el único acceso a la comunidad y a lo largo de ella se encuentran asentadas una serie de comunidades indígenas compuestas por distintas etnias. Debido a que el camino es de tierra y no está mejorado, en épocas de lluvias se torna intransitable y de difícil acceso.
A diferencia de otras comunidades que habitan en el monte y se encuentran más aisladas, Kilómetro 6 es un barrio periférico de Tartagal, cuenta con calles de tierra en las que
se alinean las viviendas. Las casas están construidas con paredes de adobe, paja, caña y techo de chapa; hay muy pocas viviendas con paredes de material. En general constan de dos habitaciones y sus moradores viven en condiciones de hacinamiento. Las viviendas están provistas de letrinas
ubicadas en el exterior de las mismas. El agua para consumo es de red proveniente de Tartagal, se almacena en un tanque general y luego se redistribuye por medio de mangueras de goma. Generalmente se recoge en baldes que quedan expuestos al aire libre, de los que muchas veces beben los animales domésticos.
Las principales actividades económicas que realizan los pobladores son la venta de artesanías, el trabajo asalariado estacional y esporádico, algunos son empleados públicos, y varias familias tienen planes de ayuda económica que provee
el gobierno. Del total de la población, se analizó un total de 112 individuos, con edades comprendidas entre 1 y 49 años; 70
correspondían al sexo femenino y 42 al sexo masculino. Todos los individuos estudiados padecían episodios de diarrea.
La composición de la población estudiada en términos de sexo y rango de edad se muestra en la Tabla 1.
Se recolectaron 112 muestras de materia fecal en solución acética formolada (SAF), que correspondían a 112 individuos; cada muestra fue recogida en 3 días distintos, en forma
alternada.
Todas las muestras se procesaron por el método de concentración bifásico de Ritchie12 y la técnica de flotación de Faust13.
Para la investigación de Enterobius vermicularis, de los 112 individuos estudiados, 68 enviaron –cada uno– una muestra seriada de 6 días en formol al 5%, por escobillado anal. Cabe aclarar que si bien la técnica del escobillado anal es específica para la búsqueda de E. vermicularis, este
helminto puede también detectarse en materia fecal, sobre todo cuando se utiliza algún método de flotación, por ejemplo el método de Faust.
Para la búsqueda de Dientamoeba fragilis se utilizó la coloración tricrómica modificada de Gomori-Wheatley.
Los datos fueron evaluados estadísticamente por el test de χ2; las diferencias se consideraron significativas con un p < 0.01.
Resultados
De las 112 muestras analizadas, 106 (94.6%) resultaron positivas para parásitos entéricos y 6 (5.4%) fueron negativas.
Las frecuencias de protozoarios y helmintos halladas se muestran en las Tablas 2 y 3 respectivamente.
Entre los protozoarios hallados, los más frecuentes fueron Blastocystis hominis (58.9%), Entamoeba coli (51.8%), Giardia lamblia (27.7%) y Entamoeba histolytica E. dispar (24.1%). Cabe destacar que por primera vez se registra la presencia de E. histolytica/E. dispar en esta
zona del norte argentino. Entre los helmintos los prevalentes fueron uncinarias (58.0%), Hymenolepis nana (31.2%), y Strongyloides stercoralis (24.1%). No se detectó la presencia de Ascaris lumbricoides.

El análisis de la distribución de los parásitos intestinales según la edad se muestra en la Tabla 4, en la que se observa una mayor prevalencia de parásitos en la franja etaria entre 6 y 10 años. Del análisis estadístico se deduce que la relación entre el rango de edad y la prevalencia de los enteroparásitos no es significativa para el número total de muestras analizadas (para protozoarios: χ2 = 16.94; p= 0.7142, para helmintos: χ2= 11.79; p= 0.462).
De las 106 muestras positivas, 12 (11.3%) (IC 95%: 6.2-19.3) correspondieron a individuos monoparasitados; 18 (16.9%) (IC 95%: 10.6-25.8) a biparasitados; 32 (30.2%) (IC 95%: 21.9-40.0) a triparasitados y 44 (41.5%) (IC 95%: 32.1-51.5) a individuos con más de tres especies.
Los resultados de este estudio demuestran que el 94.6% de las 112 muestras de la comunidad aborigen Kilómetro 6 resultó positiva para la búsqueda de parásitos entéricos. La alta prevalencia de enteroparásitos refleja principalmente las condiciones de saneamiento ambiental
inadecuadas en las que vive esta comunidad.
En un estudio previo realizado en nuestro país en la comunidad Wichí de la provincia de Salta, Taranto y col. informaron una alta proporción de individuos parasitados (93%); el 70.5% correspondía a casos de poliparasitismo10. Resultados similares se observaron en nuestro trabajo, donde una gran parte de los individuos estaba poliparasitada (88.6%). En ambos estudios, se halló una elevada prevalencia de uncinarias (45% según Taranto y col. y 58% en
nuestro estudio). Esto indicaría que el área geográfica en la que habita la comunidad aborigen estudiada, representaría una zona endémica para dicha parasitosis.
Taranto y col. observaron que la prevalencia de Ascaris lumbricoides (2.1%) era baja en comparación con el resto de los geohelmintos. Tampoco hallaron ninguna asociación entre Trichuris trichiura y Ascaris lumbricoides como lo señalan otros autores. En nuestro estudio no
se detectó la presencia de Ascaris lumbricoides, probablemente debido a su baja prevalencia en esta población.
Diferentes resultados fueron informados por Santos y col. en un estudio de la comunidad indígena de Xavante, Brasil Central, donde hallaron 25% de Ascaris lumbricoides
y 33.6% de uncinarias, entre los helmintos más frecuentes. Dentro de los protozoarios los más frecuentes fueronEntamoeba histolytica (7.8%) y Giardia lamblia (8.6%)3.
Nosotros hallamos Entamoeba histolytica/E. dispar con un porcentaje de 24.1% y 2.7% para Dientamoeba fragilis, lo que constituiría el primer registro de estos parásitos en los aborígenes que habitan en los alrededores de Tartagal.
La sospecha de D. fragilis fue confirmada por la coloración tricrómica modificada de Gomori-Wheatley15,16. Cabe destacar que el uso de esta coloración resulta indispensable
para el diagnóstico de este parásito. Los valores de prevalencia de Hymenolepis nana (31.2%) en nuestro estudio,son superiores a los informados en trabajos previos10. Si bien se halló una mayor prevalencia de parásitos en la franja etaria comprendida entre 6 y 10 años, sería
conveniente realizar el relevamiento parasitario con un mayor número de muestras para evaluar si la relación entre la edad y la prevalencia de los enteroparásitos es significativa.
La alta prevalencia de parasitosis detectada en esta investigación podría relacionarse con distintos factores de riesgo, tales como la diseminación y supervivencia de los distintos estadios de los helmintos en el suelo. Otro de los factores relacionados estaría representado por las
características climáticas del área, entre las que figuran períodos de lluvias intensas que favorecen el desarrollo y propagación de las parasitosis.
La falta de uso de calzado justificaría la presencia de infecciones causadas, tanto por strongyloides stercoralis como por uncinarias. La ausencia de disponibilidad de agua
potable segura para el consumo humano, está vinculada con la presencia de determinados protozoarios, tales como Giardia lamblia, Entamoeba histolytica/E.dispar, Blastocystis hominis y Entamoeba coli, entre otros.
Los datos obtenidos en este informe reflejan condiciones higiénico-sanitarias deficientes en la comunidad estudiada. Sería conveniente realizar relevamientos epidemiológicos en las distintas poblaciones aborígenes dentro de nuestro país, para así poder profundizar los conocimientos acerca de su situación sanitaria. Es necesario implementar políticas tendientes a mejorar las deficientes condiciones de salud en estas comunidades históricamente relegadas.

ARTICULO ORIGINAL: SINTOMATOLOGIA Y FACTORES EPIDEMIOLOGICOS ASOCIADOS AL PARASITISMO POR BLASTOCYSTIS HOMINIS

LUCÍA BARAHONA * , C. MAGUIÑA ***, CESAR NÁQUIRA **, ANGÉLICA TERASHIMA *** y RAÚL TELLO ***
SYMTOMATOLOGY AND EPIDEMIOLOGICAL FACTORS ASSOCIATED WITH Blastocystis hominis INFECTION
To contribute to the knowledge of symptoms and factors associated with the infection by Blastocystis hominis of patients attending the outpatient clinic of the Department of Enfermedades Transmisibles y Dermatológicas (DETD) of the Hospital Nacional Cayetano Heredia. A prospective case-control study was carried out from January to March 1999, in patients between the ages of 5 to 80 years. The case-patients had a positive stool examination for B. hominis (in the absence of other pathogens such helminths) done at the laboratory of Tropical Medicine. The controls had at least 2 of 3 negative fecal samples of B. hominis, in absence of other pathogens. The presence of B. hominis was examined under direct microscopy (high-power field x 400) and it was rated from 1 plus to 4 plus according to the quantity of parasites present. Epidemiological data, symptomatology and the factors associated with infection in each patient were registered A total of 144 persons (74 cases and 70 controls) matched by age and sex were included in the study. A significant statistical correlation (p < 0.05) was found between the presence of B. hominis and the presence of symptoms (91.9%). The predominant symptoms in order of significance (p < 0.05), associated to the infection by B. hominis were: abdominal pain (OR = 3) 1.47 < OR < 6.60, abdominal distention (OR = 2.36) 1.06 < OR < 5.29, urticaria (OR = 3.19) 0.81 < OR < 12.48. The only risk factor found associated with the infection with B. hominis, was the consumption of raw unboiled water (OR = 2.52) 1.01 < OR < 5.83.
Key words: Blastocystis hominis. Protozoan. Epidemiology.
INTRODUCCIÓN
El Blastocystis hominis se conoce como el protozoo más común en muestras de heces de sujetos sintomáticos y asintomáticos y se transmite al hombre por ruta fecal oral en forma similar a Giardia lamblia y Entamoeba histolytica. Se ha señalado la transmisión a través del consumo de agua no tratada o con pobres condiciones higiénico -sanitarias, además se sugiere la transmisión por los alimentos.
En un trabajo en Villa El Salvador (población marginal de Lima) en 39 niños (5 a 13 años), se reportó a B. hominis en 36 niños con síntomas digestivos (92,31%) y 3 niños asintomáticos (7,69%). La prevalencia en países en desarrollo son de 30 a 50% comparada con países desarrollados en 1,5 a 10%.
La infección por B. hominis: no parece restringirse a condiciones climáticas ni a grupos socioeconómicos ni áreas geográficas. La infección probablemente tampoco se relaciona al sexo pero ella puede estar influenciado por la edad de los pacientes, su estado inmunológico y factores relacionados a la higiene.
No se ha determinado si es verdaderamente patógeno o comensal o si solo es patógeno bajo circunstancias específicas.
Los síntomas de esta infección no son específicos e incluyen: Diarrea, dolor abdo-minal, cólicos y náuseas. Otros son fatiga, anorexia y flatulencia. También se describen leucocitosis fecal, sangramiento rectal, eosinofilia, hepato-esplenomegalia, reacciones alérgicas tipo "rash" cutáneo y prurito. Reportes indican que B. hominis puede causar síntomas cuando se presenta en gran número2,20,32, refiriéndose a la carga parasitaria en un número superior o igual a 5 formas de este protozoo por campo de 400 x constituiría una carga suficiente para producir cuadros clínicamente sintomáticos y que en ausencia de otros patógenos justificaría el tratamiento farma-cológico.
En nuestro medio (Latinoamérica y a nivel Nacional) no existe uniformidad de criterios entre su hallazgo parasitológico y la presencia de síntomas y se desconoce la influencia de factores asociados condicionantes de la infección.
El presente estudio tendrá como objetivo general conocer la relación de síntomas y factores asociados a la infección por B. hominis y como objetivos específicos determinar su hallazgo en pacientes con síntomas digestivos y dermatológicos e identificar los posibles factores asociados a su infección como por ejemplo el consumo de agua sin hervir, sexo, edad, viajes, presencia de desagüe en casa y crianza de animales.
MATERIAL Y MÉTODOS
Este trabajo será un estudio de tipo Caso-Control.
Universo y tamaño muestral: Sujetos entre los 5 y 80 años asistentes a consulta externa del DETD del HNCH a quienes por algún motivo (síntomas, antecedente epidemio-lógico) se les solicitó exámenes parasitológicos seriados.
Usando el Programa Epi-Info 6, poder del 80% (b = 0,20), un nivel de confianza del 95% (a = 0,05), relación caso/control (1/1), un ODDS ratio esperado de 3. Obteniéndose un N muestral de 62 casos y 62 controles.
Los criterios de inclusión fueron para:
Casos
Sujetos entre los 5 y 80 años.
Sintomáticos digestivos y/o dermatológicos o asintomáticos que acudieron por descarte parasitológico.
Poseedores de por lo menos 2 de 3 exámenes positivos a B. hominis en ausencia de otros patógenos.
Sin terapia antibiótica previa (por lo menos 1 mes) con metronidazol u otro antipa-rasitario.
Controles
Sujetos entre los 5 y 80 años.
Sintomáticos digestivos y/o dermatológicos o sujetos asintomáticos que acudieron por descarte parasitológico.
Con 3 exámenes negativos a B. hominis y a otros patógenos (Helminto o Nemátode).
Sin terapia antibiótica previa (por lo menos de 1 mes) con Metronidazol u otro anti-parasitario.
Los criterios de exclusión fueron:
Sujetos menores de 5 años y mayores de 80 años.
Con un examen parasitológico: Con otros patógenos o que presentando B. hominis también presenten otros patógenos.
Pacientes en gestación.
Pacientes inmunosuprimidos (Cáncer, Leucemia, VIH).
Los análisis de laboratorio incluyeron un examen cuantificado en un microscopio de 400x
La ficha clínica incluyó:
Filiación
Síntomas: fiebre, dolor abdominal, diarrea, síndrome dispéptico, estreñimiento, hipo-rexia, meteorismo.
Tiempo de enfermedad.
Inicio de síntomas.
Entre los factores de riesgo que se examinaron estuvieron: residencias anteriores, tipo de vivienda, servicios (consumo de agua hervida, lavado de manos después de defecar, presencia de desagüe, depósito sanitario o no de desechos, alimentación y tipo de dieta) Estado general ,estado de nutrición, estado de hidratación .
Los datos fueron analizados con:
Programa SPSS/ PC para Windows versión 7,5: se usó para el cálculo del chi cuadrado y para identificar los factores de riesgo.
Epi info 6 versión 6.04 a para el cálculo de la muestra, ODDS ratio.
RESULTADOS
Se registraron 144 pacientes por consulta externa: 74 casos (51,4%) y 70 controles (48,6%). La edad media de la muestra fue de 33,1 ± 18,31 años. Por rango de edades se encontró un predominio en el rango de 20 a 49 años.
Los distritos de mayor frecuencia en la procedencia fueron : San Martín de Porras (24,3% ), Los Olivos (9,7%), Comas (8,3%).
El tiempo de duración de la sintomatología en los casos fue 19,32 ± 3,98 meses y en los controles fue de 22,10 ± 4,86 meses. El inicio de la aparición de síntomas más frecuente fue insidioso.

ARTICULO ORIGINAL: COMPORTAMIENTO DE BLASTOCYSTIS H. EN PACIENTES TRATADOS CON SECNIDAZOL

Carmen Guzmán de Rondóna,*, Maria Alejandra Vethencourta, Mónica Galindo Péreza,
Nathalie Chacónb, Carolina Wagnera, Anaibeth Nessi Paduania
aLaboratorio de Amibiasis, Cátedra de Parasitología, Escuela de Bioanálisis
bSección de Geohelmintiasis, Instituto de Medicina Tropical
Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela
Caracas - Venezuela
Recibido 10 de marzo de 2008; aceptado 05 de mayo de 2008
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Resumen: Blastocystis hominis, clasificado como Stramenopile, es el parásito intestinal más frecuente en el hombre. En las heces y cultivos se observan formas con cuerpo central (FCC), granulosas (FGra), globulosas, ameboides, en división binaria y quistes. Su elevada prevalencia, asociación con síntomas en el humano y carencia de tratamiento efectivo, justificó la evaluación del Secnidazol (Unidazol® ZUOZ-PHARMA) en 14 individuos (7 varones y 7 hembras), infectados con B. hominis, con edades entre 5-79 años, quienes fueron evaluados clínica y parasitológicamente antes y después del tratamiento, con una dosis del medicamento: 2g (adultos) y 30 mg/Kg/peso (niños). En el examen seriado de heces (3 muestras), se evaluó la morfología, número por campo microscópico (400X), formas de reproducción y crecimiento en el cultivo. En 14,3% (2/14) de los pacientes se eliminó el parásito y en el resto, se observó disminución significativa del número por campo (p< p="0,001)">
El Blastocystis hominis es un protozoario unicelular ampliamente extendido a nivel
mundial, constituye el parasito más frecuentemente identificado en las heces. Para nosotros
los médicos representa un gran problema ya que se encuentra en un gran número de
personas (15 a 30% de la población) y ha sido motivo de debate en cuanto a su
patogenicidad durante más de 30 años. Esto se debe a que su presencia se asocia con la de
otros microorganismos que si causan diarrea de forma comprobada. Es anaerobio estricto y
su ciclo vital comprende 3 estadios: forma vacuolar que se encuentra en el examen de
heces, una forma quística infecciosa y una forma avacuolar más pequeña que se encuentra
en el intestino delgado. Se ha descrito que se reproduce por fisión binaria, esquizogonia y
endodiogenia. Algunos autores afirman que es una “zoonosis” ya que existen animales que
actúan como portadores del parasito. Dentro de los posibles modos de transmisión se
encuentra el consumo de agua sin hervir y consumo de alimentos en condiciones higiénicas
no adecuadas. Algunos autores señalan que la infección predomina en adultos y en el sexo
femenino por razones poco conocidas. A pesar de los numerosos estudios realizados el
papel patógeno de este microorganismo no ha sido totalmente aceptado. Esta situación se
ha observado en el caso de otros patógenos como la Giardia que no fue aceptado al
principio como productor de síntomas. Son criterios validos para relacionar este protozoario
con los síntomas su presencia en pacientes sintomáticos, en ausencia de otros agentes
productores de diarrea, el hecho de que existan portadores asintomáticos no excluye la
posibilidad de que este microorganismo produzca diarrea. La presencia de más de 5
blastocitos por campo se asocia a evacuaciones diarreicas y a síntomas en varios pacientes.
Manifestaciones clínicas: son muy parecidas a las producidas por la Giardia e incluyen:
diarrea, dolor abdominal, nauseas, vómitos, pérdida de peso, prurito anal, deshidratación y
flatulencia. Se asocia esta patología a la presencia de artritis reactiva y manifestaciones
alérgicas tipo rash cutáneo. Algunos pacientes son asintomáticos.
Tratamiento: se recomienda el Metronidazol a dosis entre 250 y 500 mgs cada 8 horas por
7 días o 2 gramos/día por 5 días.

PREVALENCIA DE BLASTOCISTIS HOMINIS EN MANIPULADORES DE ALIMENTOS 2008

Med. Milena S. Charaja Copaja
RESUMEN
Introducción: Se determinó, entre enero a diciembre del 2008; la frecuencia de enteroparásitos en 2757 manipuladores de alimentos (1 149 masculinos y 1 608 femeninos) por trámite de carné de sanidad en la Municipalidad Provincial de Tacna; con edades comprendidas entre 18 y 78 años.
Material y método: Se aplicó un estudio descriptivo microbiológico de corte transversal. Se utilizó la técnica de examen directo utilizando lugol parasitológico; detectándose 435 ( 15,7%) de portadores asintomáticos o sintomáticos que presentaron algún tipo de parásito.
Resultados: Blastocystis hominis es el parásito más abundante con 279 casos(64,7%), Giardia lamblia con 65 casos(15,1 %), Entamoeba coli con 53 casos (12,3%) , también se presentaron 38 portadores asintomáticos con biparasitismo (8,8%). Los datos recopilados fueron tabulados y se utilizó el porcentaje (%) como medida de resumen.
Palabras clave: Blastocystis hominis, enteroparásitos, Portadores Asintomátcos, Manipuladores Alimentos

martes, 23 de marzo de 2010

Blastocystis hominis es un protozoo que causa cuadros diarreicos en pacientes con compromiso inmunológico. Para su diagnóstico en materia fecal se reconocen las formas vacuolar, avacuolar, granular y quística. En muestras procedentes de medios de cultivo se han reconocido además las formas de esquizonte y trofozoíto. Existen diversos tipos de Blastocystis que, además de infectar a los humanos, pueden infestar animales de granja, aves, roedores, anfibios, reptiles, peces e incluso cucarachas.
Contenido

Taxonomía

La clasificación apropiada del Blastocystis ha sido resuelta apenas recientemente. La descripción original del Blastocystis fue la de un hongo, debido a su apariencia brillante de levadura en los preparados frescos y por la ausencia de pseudópodos y locomoción.[1] Ello se contradijo por Zierdt, quien los reclasificó bajo el subfilo Apicomplexa (antes Sporozoa), basado en características distintivas protozoarios que posee el Blastocystis, tales como la presencia de núcleo celular, retículo endoplasmático liso, aparato de Golgi y orgánulos parecidos a las mitocondrias. El que sea sensible a fármacos antiprotozoarios y la incapacidad de crecer en medios de cultivo para hongos, indicaban que el organismo se trataba de un protozoario. Sin embargo, recientes revisiones de importancia sobre su clasificación, basados en fundamentos moleculares modernos, demuestran que el Blastocystis no es ni hongo, ni protozoario. Se le coloca en Chromalveolata, a veces considerado un reino independiente, en el filo Stramenopiles (= Heterokontophyta), en donde se encuentran ciertas algas marrones, diatomeas, Phytophthora (organismos causantes de la gran hambruna irlandesa y de la muerte súbita del roble) y el hongo mildiu.
Morfología
La descripción morfológica en materia fecal mediante tinciones aún no ha sido bien establecida, ya que la mayor parte de las descripciones en materia fecal fresca han sido por examen directo en fresco con solución salina isotónica y lugol; sin embargo, el polimorfismo del protozoo hace necesario teñirlo para diferenciar las diferentes fases de desarrollo, pues de lo contrario se pueden cometer errores de omisión diagnóstica por desconocimiento de las fases al microscopio.

Blastocystis presenta una gran diversidad morfológica. Por lo general, son organismos de forma esférico-ovalados, incoloros, hialinos y refringentes. El tamaño varía entre 5 - 40 μm de diámetro, con una masa central granular, rodeada por refringencia con uno o dos núcleos. En ciertos preparados puede notarse un cariosoma que es central, grande y negro.

Se describen comúnmente cuatro formas: vacuolar (también denominada de cuerpo central), granular, ameboide y quística. La forma de aparición de este organismo es dependiente en gran medida de las condiciones ambientales, ya que es extremadamente sensible al oxígeno. No se conoce si todas estas formas coexisten en el intestino del huésped.

* Forma vacuolar. Es la forma típica de la célula de Blastocystis en los cultivos, utilizada a menudo en la identificación del organismo. La forma vacuolar varía mucho en tamaño, con diámetros que oscilan entre 2 y 200 μm. Se denomina también forma central porque presenta una gran vacuola central rodeada de una estrecha banda periférica de citoplasma que contiene otros orgánulos. Se observa material amorfo esparcido de manera desigual por toda la vacuola. Se desconoce todavía la función de la vacuola aunque se ha sugerido que es para propósitos de almacenamiento, al igual que en otras muchas células eucariotas.

* Forma granular. Es hasta cierto punto morfológicamente similar a la forma vacuolar, salvo que se observan distintos gránulos en la vacuola central y/o en el citoplasma. Dentro de la vacuola central estos gránulos aparecen también en diferentes formas. Se han sugerido tres tipos: metabólico, lípido y reproductivo, aunque al basarse solamente en técnicas de microscopía se precisan más pruebas para llegar a una conclusión definitiva.

* Forma amoeboide. Esta forma es inmóvil y fuertemente adhesiva. Un estudio de investigación ha informado que la forma ameboide se produce sólo en cultivos tomados de individuos sintomáticos, mientras que la forma vacuolar se aisla exclusivamente de individuos. El estudio sugiere que este método podría ser utilizado para el diagnóstico de la infección sintomática. Además, sugiere que los síntomas podrían ser debidos a la acumulación de las formas ameboides adhesivas en la pared intestinal del huésped. Un detallado estudio ultra-estructural de las forma ameboide fue publicada en 2007.

Ciclo vital de Blastocystis propuesto por Tan .

* Forma quística. Presenta un gruesa pared de varias capas y, en comparación con las otras formas, generalmente es más pequeña. Carece de vacuola central, pero se observan algunos núcleos, múltiples vacuolas y gránulos de reserva. El quiste es la forma más resistente del parásito y es capaz de sobrevivir a condiciones muy duras debido a las múltiples capas de la pared. Los experimentos que se han llevado a cabo han mostrado su capacidad para soportar los ácidos gástricos, no se abren cuando se colocan en agua destilada y pueden sobrevivir a temperatura ambiente durante un máximo de 19 días.[4] [5] En otro experimento el quiste fue capaz de sobrevivir en un medio de cultivo conteniendo drogas antiprotozoales.

El ciclo de vida propuesto comienza con la ingestión del quiste y dentro del huésped se desarrollan las otras formas, hasta que eventualmente vuelven a desarrollarse quistes que se propagarán en las heces.
Huéspedes

De acuerdo con recientes investigaciones el Blastocystis se transmite entre animales y humanos por la ingestión de quistes, presentes en aguas o alimentos contaminados con materia fecal procedente de un portador, por lo tanto se puede encontrar en animales y seres humanos.

Además de infectar a los humanos, pueden infestar animales de granja, aves, roedores, anfibios, reptiles, peces e incluso cucarachas. Fue observado desde el siglo pasado en muchos animales incluyendo cucarachas, aves, reptiles, roedores, cerdos y monos.
Epidemiología

De acuerdo con recientes investigaciones el Blastocystis se transmite entre animales y humanos por la ingestión de quistes, presentes en aguas o alimentos contaminados con materia fecal procedente de un portador. El parásito puede proliferar en el organismo humano por años sin causar síntomas, pero debido a que segrega proteasas, puede provocar como reacción, la producción de anticuerpos y el consecuente desencadenamiento de diarreas, náuseas, anorexia y espasmos abdominales. No es capaz de invadir la mucosa intestinal. Actualmente se trata con metronidazol u otros nitroimidazoles (tinidazol).

Prevención de la enfermedad

* Ingesta de alimentos lavados y cocidos (alimentos vegetales 80 °C, lavados con detergentes fuertes)
* Lavado de manos
* Buena nutrición
* Agua potable
* Buena disposición de excretas
* Mejor condicionamiento de hacinamiento
* Educación sanitaria
* Saneamiento ambiental
* Tratamiento de afectados.

BASTOCYSTIS HOMINIS